Cicatrices

Llevaba muchísimo sin pasarme por aquí, y creo que no podía escoger un mejor momento para hacerlo.

Sin exagerar, diría que he escrito este post unas cinco veces, pero ésta ya es la definitiva.

Este empezó siendo uno de los peores veranos de mi vida, es cierto. Hay veces que no sale nada como planeas y los cambios te pillan tan de improvisto que te pueden llegar a desorientar por completo, y por momentos, hasta puedes perder el control de tu situación emocional. Acostumbrada a controlar todas las situaciones gracias al aprendizaje que el deporte de alto nivel me ha proporcionado, de repente, me encontré con algo que se escapaba totalmente de mi control, y eso me desestabilizó.

Está claro que todo influye, y dependiendo de cómo te encuentres en un momento determinado, puedes asimilar mejor una situación o que te sobrepase por completo. Es así, no hay más secreto.

Ahora lo veo todo de otro color y de otras dimensiones. No deberíamos ser tan dramáticos, yo no debería serlo, pero a veces no puedes controlarlo y he necesitado alejarme un poco de ese momento para comprender que nada debería ser tan grave, que nada debería rompernos por dentro tanto, o quizás sí, pero siendo conscientes de que luego debemos luchar por recomponernos y seguir hacia delante.

Cuando se te rompe el corazón por el motivo que sea, no puedes ni debes quedarte sentada autocompadeciéndote y esperando a que el dolor pase solo, porque no lo hará, así no pasará. Debes esforzarte por salir y hacer cosas, muchas cosas… No digo que no se necesite un tiempo de estar con uno mismo, solo, intentando volver a unir los trocitos de corazón que se desperdigaron del golpe, pero ese tiempo debe ser corto, muy corto. Debes ocupar tu mente para no dejar espacio a que te destruya ni te haga sentir mal. Porque no sé por qué, nuestra mente en esos momentos no nos hace ningún bien, es más, sin querer es nuestra peor enemiga.

 

 

Y es verdad, hay aprendizajes que llegan así sin darte cuenta. Que revolucionan todo tu mundo y te enseñan que de todo se aprende, de todo se sale y que todo pasa por algo, siempre mejor. Y es bonito hacer las paces con uno mismo y descubrir cosas que ni nosotros sabíamos. Porque las mayores y mejores lecciones de la vida nunca vienen de los momentos felices, sino de aquellos que te sacuden y cambian tu mundo.

Yo creo que todas las personas pasamos por momentos difíciles en el que nos sentimos los más desgraciados del mundo, es así. Por insignificante que sea el problema, sino tenemos otro, tendemos a magnificarlo y a sentirnos tan pequeños que a veces ni nos reconocemos.

Yo después del tiempo en el que desaparecí de las redes, después de ese tiempo que necesité para reconstruirme por dentro y acariciar mis cicatrices, pensé que quizás compartiéndolo con toda la gente que me apoya siempre, pues igual hasta ayudaría a alguien, no sé… En esos momentos entraba a las redes y veía la idílica vida de todo el mundo, veía a toda la gente tan feliz que todavía me sentía peor. Así que decidí que quería compartirlo, porque sí, soy de carne y hueso y aunque siempre es más bonito compartir las alegrías, también por qué no las tristezas. Y no es para que nadie se preocupe, sino para hacer ver que todos somos iguales ante los problemas, que todos tenemos baches y podemos sentir que por momentos nos ahogamos, aunque sea en un vaso de agua. Que cada uno tenemos nuestro mundo, pero que al final, es el de todos, con sus más y sus menos,…

Porque es cierto que sino llorásemos, no sabríamos valorar la risa. Sino estuviéramos tristes en momentos, no entenderíamos lo que significa ser feliz. Sino nos estresaramos no apreciaríamos la calma. Sin los polos opuestos seríamos lineales, sin sensaciones ni emociones… Como robots…

Así que mejor será que hayan momentos no tan buenos, y situaciones que hagan que todo se tambalee, para luego valorar los momentos pletóricos de mucha luz y felicidad, porque como dijo Benedetti «extrañar es el costo de los buenos momentos», y si extrañas es que por lo menos has tenido la suerte de vivirlos.

 

 

 

Y bueno, pues como dije, sabía que tenía que hacer algo para romper con esa tristeza, así que me obligué a espabilar y salir de mi escondite, y me decidí a hacer miles de cosas para que el verano que tanto deseaba que llegara, al final no se me escapase en un abrir y cerrar de ojos sin haberlo disfrutado.

Por eso como estaba en Gran Canaria, lo primero que hice fue llamar a mis amigos de Volkswagen Canarias para poder moverme por toda la isla y escaparme cada vez que quisiera con algún coche. Nunca los había llamado antes, y la verdad es que estoy muy agradecida de que se ofrecieran desde el primer momento y lo hicieran tan fácil. Me dejaron este increíble T-Roc para poder empezar a disfrutar como merecía, así que mil gracias de verdad! No pude disfrutarlo más! 🙂

 

Thaïs & T-Roc from Volswagen Canarias

 

Y bueno pues me «mudé» a la playa, hice surf también gracias a Mojo Surf , disfruté de mi familia (que desde aquí le pido perdón por los días de bajón en los que me tuvieron que aguantar), quedé con amigos que hacía un montón de tiempo que no veía, hice todo el deporte que el Máster no me dejó hacer durante el año, comencé un montón de proyectos increíbles que pronto veréis y me comí todas las papas arrugadas y el mojo picón que me encontré por el camino jejeje (eso que nunca me falte).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y nada, que al final, lo que empezó siendo el verano más triste y horrible del mundo, terminó siendo uno de los más especiales, divertidos y locos de mi vida.

Es increíble como cambian las cosas… En definitiva, las cicatrices son aprendizajes que se nos tatúan en el corazón y nos hacen más sabios y fuertes. No debemos permitir que nos cambien a peor, ni que nos hundan durante mucho tiempo. Debemos dejar que todo fluya sin apegos ni angustias. Porque de verdad, que todo pasa, la vida es una sola y encima no somos eternos, así que hay que aprovecharla intentando disfrutar de lo bueno y aprender de lo malo.

 

Y bueno, espero que este post de alguna manera les haya hecho sentir algo. Yo he sentido muchas cosas mientras lo escribía. 🙂

Un besito muy grande a todxs! Mil gracias de verdad por todo el apoyo que he recibido y recibo cada día de ustedes!! Y nos leemos muy pronto! (lo prometo! 🙂

GRACIAS POR TANTO.

 

«Cuando dejas de preguntarte el por qué, cuando dejas de buscar culpables. Cuando dejas de ser tu propia víctima. Cuando aceptas el cambio y permites que todo fluya. Cuando tomas conciencia de que si el destino lo ha decidido así, así debe ser. Cuando te dejas llevar si encerrarte por dentro…

Entonces todo recobra el sentido de nuevo. Entonces vuelves a poder hablar, a respirar, a disfrutar y a sonreír con el corazón… Y es entonces y solo entonces cuando vuelves a ser TÚ.»

Thaïs.

 


 

 

One thought on “Cicatrices

  1. Que bonito Thaïs, gracias por haber compartido con nosotros todo esto. Eres muuuuy grande por hacer todo lo que haces!! Muchos besos y espero verte pronto♥️

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